Volveré con la noche

 

Los Poemas de Carlitos Galván

 

Volveré a ti junto con la noche,

a regocijarme en esa otra forma del amor,

la que tú y yo descubrimos,

como un ideal al que todos aspiramos.

 

Vuelvo a ti amada Princesa,

a recrear con la mirada tus formas gráciles

que me acorralan,

las que perturban mis sentidos,

las que me dicen basta…

 

Viviré este fugaz momento

del que no quiero irrupciones,

salvo el estallido de tu voz,

el placer abrazador que fusiona

cuerpos húmedos,

penetrados,

hechos uno solo,

el verdadero.

 

Vuelvo a ti amor a cuestas,

a enlazarme en cuerpo y mente,

a darme a ti para recibirte,

a lograr la coincidencia de estas formas

que se unifican,

y nos vuelven más reales,

más allá

de lo que hemos sido.

 

abrevaré mi sed

en tu manantial de vida…

 

Published in: on 27 julio, 2009 at 15:51  Deja un comentario  

Tus enamoradas te olvidaron

 

Poema de Juan Carlos Galván Vela

 

Todas se han marchado,

todas,

aquellas tus enamoradas

que hablaron quedo frente a ti,

regocijándose de escuchar tu voz,

las que abrían la boca

admiradas de tu grandeza,

de la elocuencia con que narraste

de la vida,

del paisaje,

de la lluvia y

se mantenían abrazadas,

tiernas,

seguras,

protegidas,

sabedoras de que el amor fue sincero.

 

Ya no están,

esas tus amantes enamoradas.

se han marchado todas

y ya no te recuerdan,

no obstante el tiempo que les diste,

a pesar del momento de amor

en que te entregaste.

 

Lo vivieron y fueron felices

entregadas, creyéndose poseedoras

de lo que en ti encerrabas:

un corazón enamorado,

una vida plena por delante

pero donde ellas no vieron futuro.

 

Las que pensaron “de qué viviré”

las que eligieron no conformarse

con el amor eterno que ofrecías,

porque no era suficiente.

 

No, no bastaba con sueños

y pasiones momentáneas,

porque no era bastante,

sino poco,

y desearon más

 

Una soñadora camina

tomada de tu mano,

escucha el latir de tu corazón,

busca en tus ojos

porque ellos le cantan

las melodías de la vida.

 

No es fácil pues la necesito

tendré que buscarla,

llamarle, mirarla.

 

Sé que me espera

y yo decido correr

para que no espere más,

ya no se requiere el silencio

sino del sonido del amor

de esos labios que se tocan,

de esas manos

que recorren un cuerpo

     d e s n u d o

 

de esas palabras suaves,

murmullos indescifrables,

rítmico vaivén que habla de la pasión,

de un acto supremo

un latir de corazones

cada vez mayor,

cada vez más grande

como infinito puede serlo el amor

 

Hoy estuve sin línea,

    sin voz,

        sin palabras,

y no hubo forma de escribir,

de enviar un mensaje

de decir: Te amo

 

Y de pronto,

no supe que hacer con tanto silencio

mientras tu voz, allá en la distancia,

también permanece muda,

sin saber que estoy en la lejanía,

pensando en ti…

 

Ha llegado la noche

y con ésta sus palabras,

ha llegado ella en ese juego

       de imágenes imposibles

que hacen que la memoria resplandezca,

porque de alguna forma,

al estar ahí

unidos por ese cable de tierra-cielo

y cielo-tierra, es como nos enlazamos.

 

Ella espera anhelante

bajo la luz de la luna,

que te acerques,

que la abraces,

que la llenes de amor,

tiembla tan solo al pensarlo

lo vive, lo siente,

 

           cómo te ama.

 

Y yo que deseo llenarme de ti,

hacer que el temblor se vuelva vaivén,

exaltación, placer

y después un quieto respirar…

 

Sólo cierra tus ojos

y estaré ahí para amarte:

con la fuerza de la tormenta,

con la quietud de un arrullo,

con la fragancia de los lirios,

con la suavidad de sus caricias,

pues te amo más allá

 

                             de la     razón.

 

Published in: on 14 julio, 2009 at 17:49  Deja un comentario  

Lo que dicta el corazón

 

Mira esta fotografía

y piensa que así eres tú en mí

guardada en mi interior,

protegida, sublime…

mírala, admírala, regocíjate

por saber que te llevo dentro

que puedo deleitarme con tu fragancia,

el aroma que inunda mis poros,

el que otros, todos, anhelan,

pero es mío, porque lo decidiste así.

 

Este es el recinto sagrado

de donde nadie puede sustraerte,

este es el espacio que ocupas,

distinta y plena,

y es así como quiero disfrutar la vida,

a tu lado siempre,

sin que desee impedir

que el exterior te toque,

no, no deseo eso,

porque mi egoísmo te robaría el rocío,

quitaría de ti un poco de viento

 y lluvia, y libertad.

 

No, te quiero toda tú,

plena e infinita, cercana

dentro de mí y yo poseyéndote

en todas las formas

que dicta el romance,

la pasión del vivir continuo,

porque no habrá más oportunidades,

sólo ésta, única.

 

Te quiero así, mía y silenciosa,

atrapada en un abrazo,

te quiero fragante cada día,

lozana, viva, toda te quiero.

 

Sí, te quiero,

y dentro de la pureza de este amor,

las cosas ajenas, las extrañas,

los deseos del mundo,

su propio y violento amor,

nada te dañará,

nada nos robará el placer

la dicha de ser felices,

amándonos incansables

cuando haya viento, rocío,

lluvia, paz, espinas…

 

No, nada puede impedir que vivamos

por siempre felices,

como suelen terminar los cuentos

que quiero escribirte mientras duermes…

tú, mi amada, la que vive y

llena mi existir.

 

Hoy es tiempo de cantarle a tu piel,

con las nubes de la mañana

y los rayos del sol que te acarician,

celosos, por el acto que tú y yo,

como un ritual compartimos.

 

Bienvenida al amor,

 

es la hora temprana.

 

Te amo….

 

 

Poema de Juan Carlos Galván Vela

Published in: on 1 julio, 2009 at 17:47  Comments (1)