Irapuato Inundado

Irapuato ha padecido a lo largo de los años toda una serie de situaciones adversas, que lo mismo varían del robo al secuestro y asesinato, como aquellos estragos naturales que la historia misma da cuenta.
Las inundaciones por lo menos en cada periodo de lluvias fueron y han sido a lo largo de la historia de Irapuato su principal piedra en el zapato, pero hubo hace unos tres años un periodo en el cual, mientras en todo el país se sembraba el caos natural, los municipios aledaños a Irapuato, si hablamos de Salamanca, de Valle de Santiago, Pénjamo, Abasolo, Silao o Romita, incluso aquellos más remotos o los que pensamos imposibles de sufrir una inundación, sufrieron los estragos.
Irapuato hace ese tiempo, tres años en promedio, quedó aislado, sí, como una pequeña isla a la cual no alcanzaron las aguas turbulentas de las tempestades naturales, ni de las presas que se desbordaban como en 1973, así que escuchamos a los hombres en autoridad, a los servidores públicos, felicitarse muy gloriosamente a sí mismos, como si unos cuantos hombres pudieran contener las aguas o las medidas que hubieran tomado fueran a tal grado tan efectivas, como para frenar a la naturaleza misma.
No, ellos no supieron que había grupos de oración que cada sábado subían al cerro de Villas de Irapuato para interceder por esa ciudad y que tales estragos llegaran a su fin.
Ellos ignoran que esas personas siguen orando ya no en Villas sino en cualquier punto de la ciudad, para pedirle a Dios que preserve ese municipio y sobre todo, a su población.
Pero claro, cuando hay presencia de Dios existe también presencia de Satanás, que hace todo lo posible y hasta lo imposible por destruir los muros que hoy se levantan como fortaleza, para protección y lo que se edifica hoy, lo trata de destruir mañana y si no, en ese mismo instante.
Esta ocasión, al cierrre del presente mes, la inundación que padecen otras ciudades, en Irapuato ha sido una inundación diferente, pues se ha llenado de aguas vivas, de aguas espirituales, de la presencia de Dios porque los grupos de creyentes en Dios así han clamado a él y Dios ha dado respuestas.
La paz, la calma, el diálogo entre padres e hijos, el acercamiento entre parejas restaurando sus matrimonios, la obediencia, el respeto, todo comienza a cambiar de nuevo.
Esa es la obra de Dios, las inundaciones a partir de ahora serán de una manera diferente para beneficio nuestro, porque Dios decidió establecerse en el centro del estado, en el centro del país, en esta nación que era un gigante dormido y si en Irapuato abundó el pecado, escrito está que ahora sobreabunde la gracia.
Vivimos por la gracia de Dios y estas nuevas inundaciones serán permanentes, pero de aguas espirituales, de la presencia del Espíritu Santo y sabemos que vienen cosas nuevas, con el cambio del gobierno federal.
Ya lo propio se hizo en los municipios y en los estados y en el poder legislativo, sólo nos queda esperar y ver las grandes maravillas, señales y prodigios que Dios estableció desde el principio de los tiempos.
Sólo él merece la gloria… ¿y tú?
Hoy es día en el cual también Dios habrá de bendecirte.
Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Yo he venido hoy en el Nombre del Señor.
Bendito soy del Dios Altísimo.
Bendito seas tú también que lees estas líneas…
 
Published in: on 17 noviembre, 2006 at 16:57  Deja un comentario  

Un nuevo ciclo

Hoy que comienza el mes de noviembre, comienza al mismo tiempo un nuevo ciclo.
La palabra de Dios en este día hablaba de prepararme enseres de marcha, de viajero, de alguien que se va y pensé que tal palabra se refería a mí mismo y no.
He llegado a mi trabajo y uno más de mis compañeros decide dejar esta fuente de trabajo, para ir a una nueva encomienda, en otra secretaría.
Alguna vez escribí un texto que se relacionaba con todos aquellos que se han marchado, de cada uno de los empleos anteriores que tuve desde 1994, cuando estaba en Salamanca y una noche, ya de madrugada más bien, regresé al periódico donde laboraba, Tribuna, luego de haber terminado la impresión del día, a las dos de la mañana y sólo quedaba el velador.
En esa ocasión, como en muchas otras, andaba yo sin dinero, regresé al periódico sólo para dormir en los sillones, no tenía para pagar un hotel, no tenía para pagar un taxi ni para cenar y regresé a las instalaciones del periódico y dormí en dos sillas que acomodé como fue posible, para habilitarme una improvisada cama.
Todos se habían marcha y hoy de nuevo esa expresión, dado que llegué a este lugar como colaborador a propuesta de los ex-funcionarios ahora también ausentes, aquellos que decidieron que viniera aquí, no de ellos mismos sino que Dios usó de sus vidas para traerme a este lugar, también ellos se han marchado.
José Luis llegó a mi casa para proponerme esta fuente de trabajo, junto con José Manuel y ambos se han marchado.
Se fué Ricardo y se fue Javier, cuatro personas que decidieron esto a instancias de Dios, lo mismo se fue Mónica y se Fue Miguel Angel y se ha marchado ahora Edgar, todos se alejan y llega nuevo personal y Dios ha sido en verdad generoso conmigo.
¿Qué es lo que sigue? Les he dicho a algunas personas que no dependo yo de los hombres, sino de Dios y los que me invitaron se han marchado, todos se han marchado, pero yo permanezco en este lugar, las razones las conoce Dios y el domingo pasado, cuando yo dialogaba con el Señor, pregunté ¿Qué deseas que haga en ese sitio? ¿Cuál es tu propósito? Pero no es lo que hagamos o podamos hacer por Dios, sino lo que él hace a través de nosotros y en nosotros.
Minutos más tarde el mismo Señor me respondió a esa pregunta: Tú eres Embajador de Cristo en ese lugar…
Y qué más puedo pedir entonces, soy un embajador, pertenezco al cuerpo diplomático, como lo escribí hace cuatro años, cuando apenas comenzaba a caminar en las sendas de Dios y hay que hacer un buen papel, ser un digno representante de Dios.
Esa es mi función en esta Secretaría de Obra Pública, porque la obra es de Dios y es pública, lo cual implica que es para todos.
Dios ha sido genero, tan generoso conmigo.
Como no estar agradecido con él.
Gracias te doy Señor, por el privilegio de ser un colaborador tuyo.
Pero también a ti que lees esto, también para ti el Señor tiene algo bueno.
Acércate a él, reconcíliate con él, como lo harías con tu esposo o esposa, con tu hermano o hermana, con tu novio o novia, con tus compañeros en el trabajo, con tus padres.
Reconcíliate. El te ama.
No lo olvides: El Señor te ama.
 
Published in: on 1 noviembre, 2006 at 15:43  Deja un comentario